Los niños aprenden de lo que viven

Ayer nos pasó una anécdota muy bonita. Anoche estuvimos en una reunión de madres y mis niños estuvieron jugando muy entretenidos con una amiguita. Cuando llegó la hora de retirarnos, la amiguita se puso triste porque no quería dejar de jugar. Mientras la niña lloraba y su mamá trataba de consolarla y ayudarla a que se pusiera la chaqueta, Vic corrió al mesón. Agarró un papelito y un lápiz y escribió rápidamente nuestro número de teléfono. Volvió donde la amiguita y le dijo – No llores, mira aquí tienes mi número de teléfono. Cuando estés triste y quieras jugar me llamas para que vengas a mi casa a jugar. Esto me lo contó segundos después la mamá de la niña. Yo orgullosa de mi beba que es capaz de simpatizar con los sentimientos de otros.

1 comentario (+¿añadir los tuyos?)

  1. educandoencasa
    Feb 05, 2011 @ 00:03:29

    Precioso.

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